sábado, 23 de mayo de 2015

Emisión y Tipo de Cambio desde 2012

Desde que nuestro crecimiento se detuvo en 2012, el excedente de dinero empezó a presionar cada vez más sobre los precios. Para los que creen que la emisión de dinero de mala calidad no afecta al tipo de cambio el siguiente gráfico muestra como, en un contexto de casi nulo crecimiento, la presión va acumulándose en el tiempo hasta que en algún momento el ajuste sucede. 


Y se ajusta claramente lo que necesitaba ajustarse. A pesar de que economistas expertos dicen que la devaluación  de comienzos de 2014 no ajusto lo necesario, la imagen nos da una idea de cómo en la economía todo se complementa.
 Desde 2012, la variación del tipo de cambio no venia compensando la variación de la emisión que no generaba ni crecimiento y ni dólares. Para fines de 2013, la diferencia entre la emisión monetaria y respecto al tipo de cambio generaba una variación acumulada  aproximadamente cerca de 23%. En enero de 2014 el tipo de cambio ajusta 26%, equilibrando nuevamente la balanza. Desde ese momento, en los meses siguientes, el ajuste desaceleró la inflación. Sin embargo, el gobierno se tentó nuevamente.
Como seguimos sin crecer y el tipo de cambio casi no se mueve, la emisión ahora viene acumulando casi un 15% sobre la variación del dólar, que es, según los datos, lo que tal vez debería moverse el tipo de cambio para calmar un poco “las aguas”. Esto situaría al dólar cerca de los $10,35.  

Crecer: Intervención estatal o Libre mercado


De este sencillo grafico se desprende varias cosas. Las exportaciones como % del PBI vienen cayendo desde 2003, las inflación aumentado desde 2005 y la presión tributaria  y el gasto público desde 2003.
A simple vista lo que se puede suponer es que el efecto del Gasto público en el crecimiento del PBI en los años post crisis parece ser poco efectivo, el cual parece moverse según el incremento de las exportaciones. Si observamos las exportaciones, estas nos muestran que mientras más % del PBI ocupan mayor es el crecimiento Argentino. Sin duda, el gasto público creciente tuvo poco efecto en el aumento del PBI hasta 2008. A pesar de ello, si miramos desde 2009, mientras las exportaciones seguían cayendo, el aumento del gasto ayudó a repuntar la economía (pero por pocos años). Sin embargo, desde 2011, su efecto se desvaneció y con una presión tributaria por encima del 35% solo se empeoraron las cosas: No solo dificulta el crecimiento sino que junto con la emisión monetaria excesiva (que financia en parte el Gasto) y las restricciones (consecuencia del de la Gasto y la emisión) produjeron una presión creciente sobre los precios.

Una vez más, el gasto público  parece tener poco efecto en el crecimiento Argentino y  lo que realmente colabora al crecimiento son las exportaciones: mientras más se exporte más crecemos. Así que deberíamos preocuparnos por empezar a incentivar las exportaciones, reducir el Gasto Público innecesario y disminuir la presión impositiva, y tal vez las cosas podrían empezar a cambiar.

sábado, 16 de mayo de 2015

Desafíos del sector externo

Los años de auge de América Latina de la década pasada se están terminando y hoy, los países más grandes, enfrentan desafíos macroeconómicos que deberán sortear si desean continuar en el sendero del crecimiento.

La década pasada (2000, 2010) fue de gran crecimiento para los países LAC, pero desde 2011 se fue desacelerando. Su explicación yace en parte en el techo de crecimiento que experimenta China desde ese año y por otro lado, en la lenta recuperación de los países desarrollados de la crisis financiera internacional.




Argentina pudo crecer más que el promedio Latinoamericano desde el 2003. Aunque la crisis la golpeó en mayor medida que al resto de la países de la región, pudo recuperarse en 2010 y 2011 superando a los demás países. Sin embargo, tal vez mediante medidas desacertadas y cortoplacistas, cuyos efectos se empezaron a ver a fines de 2011 y durante 2012, años del comienzo del CEPO cambiario y las restricciones a las importaciones.

Como se ve, Argentina comienza a crecer más lento que el resto de América Latina. Entonces, ¿cerrarnos al mundo fue mejor o peor? ¿o el origen de nuestros problemas fueron las políticas tomadas durante los años pre crisis?.

Los países de América del Sur que son exportadores dependientes de las materias primas están sufriendo por la caída de los precios y la menor demanda de China. Los importadores de materias primas mejoran sus términos de intercambio: América Central y el Caribe, y actualmente poseen mejores tasas de crecimiento que América del Sur. Las economías más dependientes de norteamerica se están beneficiando, pero así también fueron las más perjudicadas en la crisis de 2008.




Cabe destacar la actuación de Perú que es considerablemente buena: muestras un crecimiento constante y alto por más 10 años.
Por otro lado, nuestro principal socio, Brasil, no creció en el período tanto como nosotros, y además esta cayendo más. Sería bueno conocer que nos diferencia de ellos aparte de la inflación.


Nuestra crisis de los 90 nos afectó mucho más que a Brasil en su crisis, y eso tal vez explicaría nuestro mayor crecimiento anual en la última década. A pesar de ello, tomando el PBI millones de dólares, nosotros solo pudimos despegarnos un poco de nuestro mejor resultado obtenido en 1998, mientras que Brasil ha mejorado mucho más comparado con la década de los noventa.  Al parecer la medidas de estabilidad dieron resultado para ellos.

¿Como ser y como no ser?
Definitivamente no como Venezuela. Tal vez Argentina se vería beneficiada si aplicara medidas más parecidas a las de Panamá, Bolivia o Perú, o porque no Brasil también.

sábado, 9 de mayo de 2015

Desarrollo con equidad social

En las próximas líneas intentaré resumir lo que fue el 10mo congreso de economía realizado por el Consejo en materia de desarrollo económico con equidad social.  Primeramente se trataran de identificar los problemas fundamentales que tiene Argentina y posteriormente las principales conclusiones a las que me orientaron los expositores.

Identificación de los problemas de la Argentina
Comencemos con lo que fue para mi una de las mejores frases presentadas en el congreso (José Fanelli):  "Hay una cosa que no se discute más en el mundo hace más de medio siglo: La equidad social es necesaria para el desarrollo, y por lo tanto no debemos perder el tiempo en discutir esto".
Pero que es el desarrollo, como se sostiene y que es equidad social.
La equidad social implica igualdad de oportunidad y capacidades. El desarrollo sustentable, por su parte, es la capacidad de satisfacer las necesidades presentes sin sacrificar las oportunidades futuras, y estas dos palabras, capacidad y oportunidad no son compatibles con la exclusión. por lo tanto, hay que incluir socialmente; pero con sostenibilidad, es decir,conservando la riqueza por habitante para las futuras generaciones
Que implica un desarrollo sostenible:
Desarrollo económico: en capital humano, capital físico, progreso tecnológico y cambio estructural.
Desarrollo humano: salud, educación, ingreso por habitante , distribución.
Transición demográfica: bono demográfico, y envejecimiento.
Ambiente: reformas fiscales verdes.
Infraestructura institucional: gobernanza, confianza.

Desarrollo económico
Comencemos desde el principio tratado reconocer la situación actual argentina:
Nuestro país cuenta con capital humano creativo y con mucho conocimiento. Lamentablemente, la contrapartida es que es escaso, pero el potencial existe. Esto genera lo que se conoce como dualidad estructural: Hay capital humano muy alto pero también muy bajo, se genera exclusión y conflictos sociales, se rompen las reglas de juego y cae la inversión. ¿Que hace el Estado para incentivar las capacidades humanas y disminuir esta dualidad?: gasta en educación. Hace 50 años el gasto en educación pública solo representaba el 2,5% del PBI. Actualmente representa el 6% del PBI, aproximadamente unos 36.000 millones de dólares, sin embargo, existe una orientación creciente hacia la educación privada. ¿Por qué?. Hay gasto, lastimosamente,  de poca calidad. El gobierno gasta constantemente en abrir nueva escuelas y hace publicidad de la asistencia que brinda, pero lo resultados quedan en evidencia en el bajo rendimiento de las pruebas Pisa (Argentina está entre las peores del mundo de 65 países). Hay cantidad pero no calidad.
Por otro lado, existe también gasto en capital físico y estructura, pero en detrimento. Los privados no invierten porque no confían en el Estado y se dedican a fugar capitales (según estadísticas el países posee activos en el exterior por 400.00 millones de dólares, suficiente para pagar toda la deuda externa y realizar todas las inversiones necesarios para solucionar nuestros déficits, tanto en temas energéticos como estructurales). La pregunta central es: ¿Como atraemos estos capitales y generamos las condiciones que permitan que dejen de ser especulativos? Por su parte, El gobierno determina menos del 20% del PBI a la inversión, la mayoría de la cual no es productiva y se asigna a la construcción.
En progreso tecnológico andamos a medio camino. Hay avances: telecomunicaciones, satélite, energía nuclear (se podría discutir), entre otras, aunque seguimos sin desarrollar todo nuestro potencial y por lo tanto con una gran dependencia externa. La clave podría estar en la tecnología aplicada a los recursos naturales como puede ser la biotecnología y servicios relacionados a la calidad de nuestros recursos.

Desarrollo humano
Ya hablamos de la educación, hablemos de la salud. No es buena tampoco, sabemos que los políticos por lo menos no se atienden en hospitales públicos, no obstante, es necesario destacar que la obra social es algo importantísimo y que está ampliamente difundida en la población. una vez más tenemos cantidad pero no calidad.
El ingreso per cápita es un indicador malo también para la Argentina y refleja como nos estamos empobreciendo rn relación al mundo. A principios de siglo pasado estábamos 10mo, hoy 52º (FMI) y sobre los 100º para algunos economista argentinos.
Si hablamos de distribución, podemos decir que es creciente, hay asignación, hay planes, hay empleo pero debemos corregir las cosas. La pobreza no disminuyó en los últimos 20 años y la distribución de la recaudación es muy mala. El federalismo argentino necesita reformas (solo un cuarto de la recaudación se destina a la provincias).

Transición demográfica
Bono demográfico: Argentina Según fanelli cuenta con un bono demográfico que permite que la población en condiciones de trabajar sea proporcionalmente mucho mayor que la población que no se encuentra en esa situación, y esto es muy favorable para el desarrollo ya que permite cubrir de manera mas fácil las necesidades de toda la población. Sin embargo, estamos envejeciendo y el bono para la década del 30 se va a terminar. No debemos dejar pasar esta oportunidad.

Ambiente
Es necesaria un reforma fiscal verde: tributar la contaminación del aire y de las tierras, no perder de vista los los servicios económicos naturales que nos otorga la naturaleza y cuidar a nuestra población y mantener la durabilidad de nuestras riquezas naturales. En vez de subsidiar las actividades en post de detrimento de ellas. En Argentina hay minería a cielo abierto subsidiada, extracción de petroleo que debería regularse y además poseemos una de las mayores reservas de agua dulce de américa: El acuífero Guaraní. Y quién sabe que cantidad de agua subterránea. ¿Cuanto es nuestro ahorro genuino? ¿Cuanto es nuestro capital natural?

Infraestructura institucional
Gobernanza: en resumen el pueblo no confía en el sistema de gobierno y en nuestra democracia. ¿como podemos solucionarlo?.
 
Si no queremos caer en la Trampa de ingreso medio en la cual un país detiene el crecimiento de su ingreso porque deja de desarrollarse en los recursos naturales (en su producción, tecnología y actividades asociadas) con un bajo grado de industrialización, debemos solucionar todos los problemas mencionados y debemos hacerlo en el menor tiempo posible.

Nuestro futuro desarrollo (las principales conclusiones a las que llegué)
Como se ve, necesitamos mejorar en diversos aspectos social y económicamente y tenemos que hacerlo en conjunto, es la única forma. El estado juega un rol clave y debe ser el encargado de acercar a las partes para debatir los conflictos y llegar a ideas mejoradoras en beneficio de todos. Su principal motivación debe ser la administración eficiente de los recursos y la construcción de instituciones que genere el ambiente propicio para el desarrollo.
Para desarrollarnos debemos:
- Generar una reforma productiva y estructural que nos permitan ser cada vez menos dependientes de la explotación de nuestros recursos naturales, es decir, que nuestros ingresos estén basados solamente en lo generado por la extracción y/o venta de ellos.
- Para esto debemos crear valor en nuestros productos, incorporándoles inteligencia y aprovechando nuestras ventajas comparativos, competitivas e intelectivas, al mismo tiempo que diversificamos y aumentamos nuestras exportaciones, para lo que es necesario ampliar nuestros mercados.Y esto solo se logra insertandonos crecientemente en una agenda multilateral de desarrollo regionales, mediante la cual se profundicen las relaciones comerciales basadas en el intercambio en bienes públicos, conocimientos y productos. También se podría pensar en la creación de banco regionales para el financiamiento y la integración de infraestructura regional. Pero de nada valdrían estos esfuerzos si al mismo tiempo no nos desarrollamos productivamente.
- Pero para lograr esto, se necesita inversión, sobre todo en investigación y desarrollo, para crear tecnología y servicios eficientes que potencien el valor de nuestros producto de origen natural o agropecuarios y los no tantos.
-Para que haya inversión, y así solucionar el entramado productivo, las deficiencias estructurales y lograr la creación del valor que necesitamos, debe existir ahorro previamente. Para que exista ahorro, es condición necesaria eliminar la alta inflación  y con esto sus efectos perjudiciales (la perdida constante de valor de la moneda y la mala asignación de los recursos). Sin embargo, ésto no solo aumentaría el ahorro sino también atraería los millones de dólares de capitales externos que nos bastaría para solucionar una amplia cantidad de problemas. Pero debe pensarse a largo plazo, y es aquí donde donde entra en juego no solo la cantidad de dinero sino sobre todo la calidad del dinero, que termina siendo un factor más importante en las decisiones de largo plazo. Solucionar el problema de la inflación y de la calidad del dinero contribuiría a producir mayor inversión productiva, mayor productividad del trabajo, y esto a su vez fomentaría el trabajo en blanco porque el costo relativo del trabajo caería. Ésto último contribuiría a la calma social.
-Pero antes que nada parece ser necesario un Estado presente creando instituciones públicas que den confianza a largo plazo para que conjuntamente con el sector privado inviertan cada vez más sus recursos dentro de la economía (I+D, servicios e infraestructura).
-Para que éstas instituciones se mantenga en el tiempo deben generar lo que se mencionó anteriormente como CALMA SOCIAL. Una calma social intrageneracional entre el presente y el futuro. De lograrlo se debe atender a la sociedad mediante bienes públicos de calidad (servicios financieros, de transporte, salud, trabajo, remuneración justa, etc.) correctamente distribuidos (aumentar la eficiencia del Estado) y correctamente financiados. Si se logra disminuir la dualidad social, existirán menos conflictos sociales, no se romperán las reglas de juego y podremos perseguir conjuntamente como sociedad un mismo objetivo.Es decir, antes de contar con el capital físico debemos contar con el humano.Y para que se desarrolle el capital humano es necesario la equidad y la inclusión social (mediante un gasto eficiente). El Estado solo será más eficiente si trabaja para esto, impone reglas claras y deja de ser corrupto. Además, la equidad también se logra con el cobro y distribución eficiente de los impuestos. En estos puntos tenemos que considerar la carga tributaria óptima, la reglamentación verde y el federalismo. Pero una vez más, los impuestos y el gasto de servicios y la distribución implican dinero, y si el dinero no vale tampoco las medidas relacionas con él.
- Es necesario también un nuevo tipo de empresario: que sea más altruista, que no busque monopolizar y evite la evasión. Además, debería alinearse con el sector público en metas comunes. Y es aquí donde se empieza a hablar de la economía civil, la economía del don y la economía de la reciprocidad.


De esta forma, luego del amplio debate, llegué a la conclusión de que lo que Argentina necesita es crear dinero con valor, que implica un proceso  de constante equilibrio que solo se alcanza si existe una causalidad inmediata y constante entre todas las enunciaciones antes mencionadas. Ninguna podrá ser mantenida en el tiempo sin la participación de la otra.

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viernes, 17 de abril de 2015

La trampa del desarrollo ¿En Argentina?

Según el economista Paul Collier, especialista en política, economía y crecimiento de países menos desarrollados, lo que necesita un país para desarrollarse es un buen gobierno. Para esto, el estado debe gastar con eficacia, poner impuestos moderados, dar estabilidad macroeconómica y brindar en lo posible la infraestructura necesaria. Lamentablemente, ha estado sucediendo todo lo contrario en Argentina en los últimos años, y sus resultados son evidente: inflación, nulo crecimiento económico, falta de dólares, cepo, pobreza y la lista sigue.. Un mal gobierno impide el crecimiento constante.

Por otro lado, el renombrado economista, explica la relación entre el precio de las materias primas y el crecimiento de los países exportadores que poseen abundancia de  ellas. Encontró que en el corto plazo (5 a 7 años) los precios y el crecimiento se mueven en la misma dirección; pero si volvemos a ver la situación del país varios años más tarde nos encontramos que está en una peor situación que al comienzo. Pero, ¿qué explica esto? Paúl menciona una lista de sucesos que se repiten en varios países:
- Apreciación excesiva del Tipo de Cambio que deteriora la competitividad de otros sectores. 
- Dificultad del gobierno para administrar ingresos de naturaleza sumamente volátil.
- Poca transparencia en la administración de recursos.
Gasto gubernamental excesivo.
- Fuga de capitales.
- Renta de los recursos para políticas "clientelistas"

Tal vez esto explique por qué Argentina comenzó el siglo 20 con unos de los mayores PBI per cápita del mundo y hoy está Nº 52 (FMI)